lunes, 11 de agosto de 2014

Metegol (2013)


  ¿Qué se necesita para disfrutar del fútbol? Una pelota, jugadores y camisetas. ¿Y para disfrutar del metegol? Pasión.
  Metegol, futbolín, futmesa, fútbol de mesa, futbolito o taca-taca, son distintos idiomas, el mismo juego, juego que al parecer desata la misma efervescencia que el balompié humano, o por lo menos para Amadeo, enamorado perdidamente de Laura, desde que era niño, y un crack del metegol (como los argentinos le dicen al taca-taca), se la pasaba todo el día jugando en el bar en donde trabajaba, el bar de un modesto, tranquilo y bello pueblo, incluso le ganó a un niño que lo desafió a un partido delante de Laura. Años más tarde, con el pueblo en una notoria decadencia, ese niño vuelve como un famoso futbolista, llamado así mismo como "el Grosso", dispuesto a destruir el pueblo, el bar y el metegol en el cual salió derrotado. Pero como en el fútbol nada es imposible, los jugadores del metegol cobran vida y ayudarán a Amadeo a vencer al equipo de "Grosso" en un partido de fútbol, en donde Amadeo no tenía las mismas condiciones y talento que con el metegol.

                                           "Que lindo, que sorprendente es el fútbol, no me pregunten cómo, no me pregunten por qué..."

                                                  Tema principal de la cinta "Me vieron cruzar" de Calle 13. Esta es la canción completa.

La película cuenta con el aval de Juan José Campanella, el argentino que dirigió la ganadora del Óscar "El secreto de sus ojos", es más, la idea de "Metegol" nació después de realizar la impresionante y memorable escena de la persecución, en plano secuencia en el estadio de Racing Club de Avellaneda, luego, se basó para el guion en el cuento "Memorias de un wing derecho", del fallecido escritor argentino, Roberto Fontanarrosa, hincha desde pequeño de Rosario Central.

                                             Cuando la pasión y el cine se juntan, esto se llama pasión por el cine.

  No importa como se llame el jueguito, las diferencias idiomáticas no existen frente al idioma universal y entendido por todos, el fútbol. La película que más me ha emocionado en el último tiempo, no lloré solamente porque me estaba riendo, es la mezcla perfecta entre humor, drama y pasión. Aquí es cuando el talento no importa mucho, lo que interesa es cuánta garra y corazón le pongas, aunque sea con unos jugadores de madera.


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