"El fútbol se está convirtiendo en un negocio", fueron las palabras que dijo Jules Rimet, en alguno de esos días en los que fue Presidente de la FIFA, entre 1921 y 1954, y eso en la actualidad es una verdad incuestionable, es un negocio que rige a todos, incluso a hermanos.
El "Tato", luego llamado "el Cursi" y "Beto" alias "el Rudo", son hermanos de un humilde pueblo mexicano, el primero sueña ser cantante y el segundo futbolista profesional, ambos quieren cumplir sus sueños para ser famosos y mejorar su condición de vida. Ambos, también, juegan en el equipo del barrio donde viven, "Tato" de delantero y "Beto" como arquero. Y ambos, son reclutados por un cazatalentos del balompié, el argentino "Batuta", que solo le interesa ganar dinero por encontrar nuevas estrellas, para llegar a clubes profesionales del fútbol mexicano. Desde ese entonces nacen rivalidades y asperezas entre los dos, que derivan en problemas personales, todo esto en medio del frío mundo del lucro en que se ha envuelto al deporte más popular del mundo.
Rudo (Diego Luna) (derecha) y Cursi (Gael García Bernal) (izquierda), hermanos y rivales. |
Grandes casas, autos de lujos y despampanantes mujeres son el sueño de todo futbolista que sueña ser exitoso, pero todo eso no es tan fácil ni tan importante como el amor por la camiseta. |
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